Consejos para salir de una relación tóxica.

Las personas nos relacionamos a diario en el trabajo, en la universidad, en el gimnasio e incluso en nuestro ocio y tiempo libre… Eso es porque somos seres sociales y necesitamos establecer vínculos con otras personas. Estos vínculos nos ayudan a sentirnos reconocidos e importantes a nivel individual, enriqueciéndonos a nivel personal de otras personas las cuales nos sentimos afines.

Si al factor social, tal y como manifiesta Bauman, le sumamos que vivimos en una sociedad dónde los vínculos son líquidos; es muy probable que nos cueste saber con propiedad como tener una buena responsabilidad afectiva con las personas que queremos o también puede ser, que no sepamos identificar que estos vínculos nos hagan daño…

Es por eso que hablaremos sobre cómo identificar si estamos experimentando una relación tóxica o sana y daremos algunos consejos para poder salir de esas relaciones que pueden ser perjudiciales. 

 

¿Qué entendemos por relación tóxica?

Por relación tóxica entendemos cualquier tipo de relación entre personas las cuales se produce daño o mal estar a una o a ambas partes. Son relaciones de amistad, pareja, familia que se caracterizan por ser destructivas y herméticas, es decir, cuesta salir de ellas debido a la dependencia emocional que conllevan.

En muchas ocasiones, las relaciones interpersonales que resultan ser tóxicas se presenta algún tipo de manipulación emocional y como ya hemos comentado anteriormente, también existe una gran dependencia emocional. Este tipo de relaciones, agotan mucho a nivel personal.

 

Relación sana vs relación tóxica

La relación sana se caracteriza por la confianza, el respeto mutuo y la comunicación saludable. En este tipo de relaciones, ambas partes se sienten valoradas, reconocidas y cómodas a la hora de expresar cualquier tipo de miedo, inseguridad, frustraciones e inquietudes. Los objetivos personales y profesionales son respetados por todas las partes y finalmente, respetar la libertad de compartir tiempo de forma individual con otra gente.

Por otro lado, la relación tóxica en una o en ambas partes, se manifiesta la posesividad y no se expresa libremente las necesidades propias por miedo a que pueda ser perjudicial para la relación. Además, se caracterizan por ser relaciones en las que no hay confianza, dando a florecer el miedo, los celos y la amenaza de que otra persona tenga otras relaciones. 

Sin embargo, en las relaciones tóxicas se presenta un sentimiento de incomprensión e incluso en algunos casos de humillación.

 

¿Cómo saber si estamos en una relación tóxica?

En este tipo de relaciones se pueden establecer un tipo de actitudes y dinámicas tóxicas, como por ejemplo:

• Constantemente te recuerda todo lo que hace por ti de manera sutil o clara.
• Utiliza el chantaje emocional.
• Ejerce control sobre ti, como por ejemplo controlar tus gatos, forma de vestir, con quien has quedado, etc.
• Te compara con otra gente, haciéndote ver que son mejores que tú.
• Te falta el respeto cuestionándote y menospreciándote en público o en privado. 
• Crítica tus vínculos con otra gente e intenta que no pases tiempo con ellos.
• Los celos están muy presentes.

 

Consejos para salir de una relación tóxica

Salir de una relación tóxica puede ser un proceso difícil, pero es un paso valiente y necesario para tu bienestar emocional y mental. Aquí hay algunos consejos que podrían ayudarte en este proceso:

 

1. Reconoce la toxicidad 

Acepta que la relación es perjudicial para ti. Reconocer el problema es el primer paso para cambiar la situación.

 

2. Busca apoyo

Habla con amigos cercanos, familiares o incluso un profesional. Compartir tus sentimientos y experiencias puede ayudarte a obtener perspectivas externas y sentirte respaldado.

 

2. Establece límites 

Define límites claros con tus vínculos. Si es necesario, comunica tus necesidades y expectativas, pero sé firme en mantener tus límites.

 

3. Prioriza tu bienestar

Concéntrate en tu salud emocional y mental. Dedica tiempo a actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo.

 

4. Busca ayuda profesional

Considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta o consejero para obtener orientación y apoyo emocional durante este proceso.

 

5. Enfrenta tus miedos: 

Salir de una relación tóxica puede generar miedos e inseguridades. Enfrenta estos sentimientos, reconociéndolos y trabajando en superarlos.

 

6. Cuida de ti mismo

Durante este proceso, asegúrate de cuidar tu salud física y emocional. Come bien, duerme lo suficiente y haz ejercicio para mantenerte fuerte y equilibrado.

 

7. Aprende de la experiencia

Reflexiona sobre lo que has aprendido de la relación tóxica para evitar patrones similares en el futuro. Este conocimiento puede ayudarte a crecer y desarrollarte en relaciones futuras.

 

Recuerda que salir de una relación tóxica lleva tiempo y esfuerzo, pero es un paso crucial hacia una vida más saludable y feliz. Si necesitas cualquier tipo de ayuda, puedes contar con nosotros.